Consulta de Urología

El urólogo es el médico especialista que se ocupa de tratar las patologías relacionadas con el aparato urinario masculino y femenino, y el aparato reproductor masculino. Como ocurre con la mayoría de las especialidades médicas, no se suele acudir a la consulta de este profesional a no ser que se experimente alguna molestia, o se tenga algún síntoma que pueda indicar un problema evidente. Sin embargo, al llegar a cierta edad, o bajo unas circunstancias específicas, es necesario acudir al urólogo como medida de prevención y control, sobre todo ante la aparición de ciertos signos de alarma que veremos a continuación.

El urólogo es quien se encarga de tratar enfermedades como:

  • Las litiasis renales, 
  • Los problemas vesicales y prostáticos (Hiperplasia prostática benigna)
  • Las infecciones de orina 
  • Incontinencia urinaria
  • Los problemas sexuales masculinos.

Una de las patologías que pertenece al campo de la urología es el cáncer de próstata y con vistas a prevenirlo y diagnosticarlo lo antes posible es necesario que los hombres se acostumbren a acudir al urólogo anualmente a partir de cierta edad.

¿Cuándo se aconseja realizar un chequeo urológico?

Es recomendable que los hombres se realicen un chequeo urológico anual a partir de los 50 años si no existen antecedentes de tumores urinarios o de próstata en la familia, o bien a partir de los 40 de existir estos antecedentes. Esta revisión permitirá detectar en estadios poco avanzados problemas urológicos potencialmente graves como los tumores de próstata, vejiga o testículo, y otras patologías como la hiperplasia benigna de próstata o la disfunción eréctil.

Aunque una revisión anual es lo más recomendable, se deben tener en cuenta algunos síntomas de alerta que deben hacer que el hombre acuda antes al urólogo, como pueden ser la dificultad o las molestias para orinar, la presencia de sangre en la orina o el esperma, el dolor en los testículos o el periné y los trastornos de la erección o la eyaculación.

Conviene remarcar que las mujeres también deben dirigirse a este especialista en caso de padecer un trastorno tan frecuente como la incontinencia urinaria. Así mismo, la presencia de sangre en la orina o molestias al orinar deben hacer que también la mujer se ponga en manos del urólogo.

¿Qué supone el chequeo urológico?

Una visita al urólogo conlleva un interrogatorio sobre los hábitos urinarios y sexuales del paciente, una exploración física, que debe abarcar el pene, los testículos y la próstata mediante un tacto rectal, y una analítica de sangre para determinar el antígeno prostático específico (PSA), que permitirá al especialista valorar una posible afectación prostática, ya sea por aumento benigno del tamaño o por una neoplasia. En caso de existir alguna alteración, el urólogo se encargará de solicitar otras exploraciones como una ecografía, una uroflujometría (que permite estudiar la manera de orinar del paciente) o una biopsia de próstata.

Si se detectasen  alteraciones del deseo sexual, la erección o la eyaculación, el médico también puede llevar a cabo otros estudios como pueden ser analíticas para valorar niveles hormonales, pruebas de imagen para observar la integridad del tracto uretral o evaluar el funcionamiento vascular del pene si hubiese problemas de erección.

Es preciso que los hombres acaben con su reticencia a realizarse un chequeo urológico y lo vean como una visita rutinaria a partir de una cierta edad que les puede aportar un beneficio para la salud y una mejor calidad de vida.

Pide cita con el urólogo si tienes alguno de estos síntomas; no hay que preocuparse hasta que realice un diagnóstico, pero deben ser examinados:

  1. Dolor o sangrado en las micciones.
  2. No aguantar las ganas de orinar.
  3. Aparición de un bulto.
  4. Dolor testicular.
  5. No concebir tras un año intentándolo.
  6. Aparición de verrugas en los genitales.
  7. Dificultad para comenzar a orinar.
  8. Eyaculaciones de poco volumen.
  9. Picor, enrojecimiento, o ardor en los genitales.
  10. Color de la orina muy diferente al habitual.